Es el momento de decidir qué pueblo queremos. ¿Dónde lo queremos situar? ¿Hacia dónde lo queremos dirigir? ¿Cuáles son sus potencialidades y debilidades?
Partiendo de lo que tenemos, queremos llegar a un escenario nuevo. Estamos en la legislatura de las ideas, y a todos y todas nos corresponde trabajar y realizar aportaciones. Cada uno y cada una en la medida de sus posibilidades, es el momento de creer en nuestras posibilidades para abrir camino al futuro, para hacer futuro.
Camino a la regeneración económica
Cuando estamos inmersos en una crisis a nivel mundial generada por los mercados, es fundamental fortalecer la competencia que el Ayuntamiento tiene en materia económica.
Basándonos en el desarrollo y en la innovación, podemos crear trabajo y llevar nuestra economía a indicadores positivos. Hay que situar a Errenteria estratégicamente en Oarsoaldea, en el entorno de Donostia y en la Bahía de Pasajes.
Siendo nuestro signo de identidad, el Ayuntamiento va a realizar una inversión económica en pro de una política cultural. Por otro lado, son cada vez más los ciudadanos y ciudadanas que vienen del mundo entero, haciendo nuestra realidad más plural que nunca. Trabajaremos a favor del intercambio de dicha pluralidad y, junto a ello, a favor de la promoción del euskara y de transformarla en lengua preferente.
A su vez, daremos los pasos para que la igualdad entre hombres y mujeres fructifique y pondremos en marcha políticas medioambientales eficaces.
Los ciudadanos y las ciudadanas tienen derecho a participar tanto en la gestión municipal como en su conocimiento con transparencia. Con el fin de garantizar esa idea, abriremos canales de comunicación basados tanto en medios habituales como en las nuevas tecnologías para que la comunicación entre los ciudadanos y ciudadanas y el Ayuntamiento se dé con fluidez. La participación significa compartir responsabilidades, mejorar la gestión y, entender el trabajo común como filosofía para recorrer el camino.