La celebración del 8 de marzo se alargó al fin de semana en Errenteria con la entrega de los premios Mariasun Landa. Los primeros festejos, que podéis ver en este vídeo, dieron comienzo el jueves y consistieron en un festival organizado por las asociaciones de mujeres que, con motivo del Día de la Mujer, ofrecieron un gran espectáculo para los cientos de errenteriarras que acudieron al polideportivo de Galtzaraborda.

El sábado, 10 de marzo, tuvo lugar el reparto de los Premios Mariasun Landa en la Casa Xenpelar. El acto comenzó con la visita guiada de la colección de arte de Skolastika. Manolita Hunders, artista y autora de alguna de las obras, fue la encargada de guiar la visita.

La colección de arte está formada por obras recogidas por Skolastika durante años. Son trabajos realizados por mujeres en técnicas no habituales. Es la primera vez que Skolastika recoge todas sus obras de are en una exposición. La exposición podrá visitarse hasta el 24 de marzo.

Seguidamente, un dúo de violín recibió a la gente en la sala donde se iba a celebrar el acto de entrega de premios. Elixabete Perez Gaztelu, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Deusto, nos trajo a la memoria a Joxepa Antoni Aranberri, a través de sus versos y detalles de su vida. Conocimos a Joxepa Antoni Aranberri gracias al trabajo premiado el año pasado y este año el Consejo para la Igualdad ha querido darle este homenaje y ahondar más en su historia.

Finalmente, la propia Mariasun Landa repartió los premios. Las ganadoras de este año son:

Premio a la mejor mirada a las mujeres:

Maite Ruiz de Azua, por el trabajo «Julia Irazu, una de aquellas maestras pioneras». Este trabajo nos cuenta la vida de una mujer del siglo veinte y a través de ella la forma de vida de otras muchas mujeres de su época. Una historia que de otra manera quedaría sin ser contada.

Premio a la mejor mirada femenina:

Karmele Mitxelena por el trabajo «Dena Duna». En este trabajo su autora nos cuenta el comienzo y desarrollo de Sorkun. Es un trabajo bien escrito y con el rigor que se le exige a un artículo periodístico, sabiendo, así mismo, recoger la visión personal y explicar la propia opinión y gusto.

El acto finalizó con un pequeño lunch.