28 de junio, día internacional de los derechos de las personas LGTBIQ+. Declaración institucional acordada entre todos los grupos del Ayuntamiento de Errenteria

Han pasado 51 años desde que en Stonewall (New York) lesbianas, gays, transexuales y, sobre todo travestis, se rebelaron frente al acoso y chantaje continuos que sufrían: este hecho marcó un antes y un después en la lucha de las personas LGTBIQ+. Desde aquel día el 28 de junio se celebra el Día Internacional del orgullo LGTBIQ+: un día para la celebración de una larga lucha disidente, de los logros conseguidos y, al mismo tiempo, de reivindicación de todo lo que falta por avanzar en términos de derechos.

10 años más tarde, el 9 de junio de 1979, un policía mató a Vicente Santa María (Francis) en una discoteca de Errenteria por ser travesti. Ese 28 de junio personas y colectivos LGTBIQ+ salieron a las calles en Euskal Herria por primera vez exigiendo vivir de forma libre su sexualidad y su género.

Todo esto afecta al conjunto de la sociedad vasca. Por eso sostenemos que los derechos LGTBIQ+ tienen que desarrollarse junto con el resto de luchas emancipadoras. Porque no es igual la situación que vive una persona gay, lesbiana, trans o bisexual, ni son iguales las agresiones y exclusiones que padece, según su origen, su lugar de residencia, su edad o su situación económica, y según de quién se trate.

Aunque hayan pasado años de aquel suceso, no podemos ni debemos dejar de hablar de la discriminación que sufre este colectivo. Todavía en once países ser LGTBIQ+ está castigado con pena de muerte y en decenas de ellos con prisión (cadena perpetua, multas, trabajos forzados o deportaciones). En algunos casos hasta provocar la muerte. Es un claro ejemplo el caso de la activista egipcia Sarah Hegazi. Y desgraciadamente, estos discursos excluyentes se están intensificando a lo largo y ancho del mundo, incluso en países Europeos como Rusia, Polonia, Hungría… son ejemplos notables, pero también en el Estado español las posturas contrarias al colectivo LGTBIQ+ están creciendo de la mano del populismo y la extrema derecha. Sin embargo, lo conquistado no es irreversible. Hay que seguir combatiendo los discursos de miedo al diferente. Debemos seguir caminando porque nos queda tarea a realizar.

El confinamiento ha generado impactos negativos específicos en las personas LGTBIQ+ y es evidente que la crisis socioecónomica posterior no va a hacer más que ahondar en esos impactos. Realidades que ya existían antes de la pandemia se han visto exacerbadas: muchas personas LGTBIQ+ han sufrido violencia por tener que volver a vivir en hogares no seguros para ellas; otras han tenido problemas para acceder a servicios de salud específicos o en general a servicios públicos; han sufrido mayor acoso en las calles o en el trabajo y, en general, han visto empeorada su salud y aumentado el estrés psicológico y emocional en mayor medida que el resto de la población, debido a una realidad de exclusión, precariedad y discriminación que multiplica sus efectos negativos cuándo tenemos en cuenta otras características como la edad, la clase, la raza o la situación administrativa.

Cuando oímos hablar de volver a una “nueva normalidad”, para quiénes como la población LGTBIQ+ son disidentes a la norma que impone nuestro modelo social esa vuelta puede suponer volver a la discriminación y exclusión.

Desde las instituciones públicas tenemos la responsabilidad de garantizar todos los derechos para todas las personas y de velar particularmente para que los colectivos más vulnerables, la crisis no puede ser la excusa para dejar a nadie atrás. A tiempo estamos de que esa “nueva normalidad” sea un tiempo nuevo, una posibilidad para avanzar hacia una sociedad más respetuosa, justa, digna y libre.

Este año el Orgullo está dirigido a la lucha por la igualdad de las mujeres LGTBIQ+ con el eslogan “2020, Mujeres LGTBIQ+: Sororidad y Feminismo”. Y es que dentro del colectivo LGTBIQ+ las mujeres son las grandes invisibilizadas y en algunos casos, hasta olvidadas.

No debemos permitir que se borre de la Memoria Histórica del activismo LGTBIQ+ a todas las mujeres Lesbianas, trans y Bisexuales que durante tanto tiempo lucharon mano a mano con sus compañeros para conseguir una sociedad en la que todas las personas LGTBIQ+ tuvieran derechos e igualdad real.
Por eso, este 28 de junio queremos reconocer la larga e inestimable lucha de tantos colectivos y personas LGTBIQ+: en estos tiempos difíciles siguen demostrando que son un referente para la emancipación de las personas.

Por todo ello, el Ayuntamiento de Errenteria se compromete a:

1. Reafirmar su compromiso de dar cauce a las conclusiones y líneas de acción derivadas del diagnóstico que ha elaborado en colaboración con los miembros de la comunidad LGTBIQ+, habilitando los necesarios espacios de participación para ello.

2. Activar líneas de trabajo de cuidados con perspectiva LGTBIQ+, tal como se ha hecho mediante la red de cuidados público-comunitaria durante la pandemia y trabajar la nieva realidad post COVID-19 para construir una sociedad más libre e igualitaria.

3. Colgar la bandera del arcoiris durante el día de 28 de Junio, para dar visibilidad a la lucha LGTBIQ+.

4. Participar y animar a toda la ciudadanía a que participe en los actos que desde estos colectivos se convoquen.

5. Trabajar en el ámbito educativo acciones o Planes de convivencia escolar para la igualdad de trato para las personas LGTBIQ+.

6. Solicita al Registro Civil que se suprima el requisito discriminatorio hacia las parejas de mujeres, que deben estar casadas para inscribir a los nacidos.

7. Instar al Gobierno Vasco a la elaboración de una Ley Integral Vasca LGTBIQ+.

8. Instar al Gobierno Vasco a la creación del Consejo Vasco LGTBIQ+, como espacio para la participación activa de los agentes sociales públicos y privados.

9. Instar a las distintas instituciones públicas y privadas a romper con los estereotipos que acompañan a las mujeres bisexuales, lesbianas y trans.

10. Solicitar a los organismos competentes que adopten medidas para garantizar los derechos de las mujeres trans a la plena ciudadanía.

11. Instar al gobierno central a que promueva la aprobación de una Ley Estatal Trans que armonice los criterios de las leyes autonómicas existentes, reconociendo la despatologización de la transexualidad.