Han prendido fuego a uno de los ascensores de Galtzaraborda este fin de semana. Los destrozos han sido cuantiosos por lo que el ascensor no podrá usarse durante una semana. El Ayuntamiento ha tomado medidas para que estos sabotajes no vuelvan a ocurrir.

De hecho, no es la primera vez que los ascensores sufren ataques. El año pasado se gastaron 39.122 euros en reparaciones y los habitantes de Galtzaraborda tuvieron que sufrir la parada de este servicio vital para la movilidad del barrio, sobre todo para las personas con movilidad reducida.  Por eso, se ha decidido cerrar los ascensores en horario nocturno y ya está en proceso de la instalación de cámaras de seguridad para identificar a las personas que sabotean los ascensores, cosa que ya se pidió en una de las asambleas vecinales en Galtzaraborda.

El ataque de este fin de semana supondrá un desembolso de 13.000 euros y dejará a la vecindad sin servicio durante un mes ya que Orona debe hacer piezas nuevas para sustituir las destruidas.

Cada ascensor de Galtzaraborda facilita aproximadamente 40.000 desplazamientos cada mes, por lo que es facil dimensionar el perjuicio que acarrean este tipo de destrozos.