Finalizan las obras de construcción de las Agustinas, polo de las industrias creativas y culturales

La alcaldesa Aizpea Otaegi y el consejero de Cultura del Gobierno Vasco Bingen Zupiria han visitado el edificio de Agustinas. En él se ubicará el polo de las industrias creativas y culturales a partir de marzo.

El antiguo colegio de las agustinas has sido renovado y abrirá sus puertas como el nuevo polo de las industrias creativas y culturales, continuando así el desarrollo la estrategia y el potencial de la cultura en la transformación y desarrollo de Errenteria. Las obras se han desarrollado adecuadamente, en el plazo previsto y ya ha empezado a amueblarlo y a dotarlo de suministros. De este modo, el ayuntamiento espera que el proyecto esté en marcha para marzo.

Este proyecto, recogido en el marco del Plan Estratégico Errenteria 2025, ha supuesto una inversión total de 2,6 millones de euros. Para ello, además de los recursos municipales, el proyecto ha contado con el apoyo del programa Berpiztu del Gobierno Vasco. Desde el Departamento de Cultura se ha destinado una ayuda de un millón de euros y desde SPRI, Agente Vasco de Desarrollo Empresarial, 700.000 euros.

La alcaldesa Aizpea Otaegi y el consejero de Cultura Bingen Zupiria han visitado hoy el edificio. Según Otaegi, “Agustinak es un proyecto estratégico”. Por un lado, porque “aportará un nuevo espacio al barrio” y por otro, porque “la cultura será clave para contribuir a la creación de nuevos proyectos económicos que sean motor de la economía local”.

El programa Habian, desarrollado hasta ahora en Torrekua, continuará en el edificio Agustinak. Al mismo tiempo, dando un salto cualitativo importante, el proyecto Agustinak que será incubadora y aceleradora de profesiones creativas y de proyectos empresariales culturales. Para ello, ofrecerá acompañamiento, asesoría y servicios a las ideas y proyectos empresariales culturales, siendo punto de encuentro de los mismos.

Edificio público

La transformación del carácter del edificio en un edificio público es también un paso importante. Esto significa que el edificio se “abre” a la calle y a la ciudadanía.

En este sentido, cobra especial importancia el tratamiento del jardín, que hasta ahora ha sido un espacio cerrado y privado, al abrirse al barrio como un espacio de ocio y vinculado a lo que ocurre en el edificio. Asimismo, se dispondrá de una “plaza”, punto de encuentro y encuentro entre los usuarios del edificio y los visitantes, donde además se podrán organizar eventos abiertos al jardín.