La vecina de Errenteria Resurrección Andrés ha cumplido este jueves, 28 de marzo, los 100 de años de edad. La amoña lo celebrará en familia, como a ella tanto le gusta, y con una salud envidiable.

Nacida en la localidad de San Román de Cameros (La Rioja) en 1924, Resurrección reside en Errenteria desde que, a los 20 años, llegara procedente de su pueblo.

Aquí es donde ha fraguado la mayor parte de su vida. Primero trabajó en la antigua gasolinera de Gabierrota. En plena Alameda, punto neurálgico de la villa, fue donde conoció a su marido, José Antonio Rodríguez (1924-2022). Se casaron el 7 enero de 1951 y fueron inseparables hasta el fallecimiento de José Antonio.

En su juventud, Resurrección se hizo cargo de sus tres hijos, Gloria, Maite y Josean, mientras su marido trabajó en la mar durante más de 20 años. Su familia ha ido creciendo con el paso de los años y Resurrección disfruta desde hace años de sus nietos: Naroa, Ekaitz, Nagore, Maitane, Asier, Lander y Nahia. También ostenta con felicidad el título de bisabuela y sonríe junto a sus bisnietos: Udai, Aiur, Daniela y Oihan.

Resurrección se convierte en centenaria viviendo con una magnífica lucidez. Hasta hace no mucho seguía acudiendo al hogar del jubilado a jugar al bingo, y recuerda con alegría aquellos tiempos en los que salía a bailar por Errenteria.

Ahora comparte sus momentos con la familia, la cual le visita a diario. Todos salen de su casa coincidiendo con la misma sensación: Resurrección es una amoña admirable.

¡Zorionak!