Purita Santa Cruz cumplió ayer 100 años y lo celebró en la residencia Sanmarkosene. Además, al anochecer, recibió la visita sorpresa de la Banda de Txistularis, si bien, debido a la actual situación sanitaria, tuvieron que ofrecer el recital desde fuera de la residencia.

Purita nació en Ereñotzu y es la menor de 6 hermanos y hermanas. Vivió en un caserío durante 35 años, donde desarrolló las labores propias, en especial, el cuidado de las vacas.

A los 35 años, “aburrida” de las labores del caserío, se mudó a la casa de uno de sus hermanos en Lezo, donde comenzó a trabajar en el bar ‘Bodega’. En Lezo conoció a su marido y tuvieron un hijo, José Manuel.

Durante varios se dedicó al cuidado de una vecina y mantiene una gran relación con el hijo de esta, Pello.

De su juventud, recuerda los pasodobles y bailes sueltos que bailaba en la plaza junto a la iglesia de Ereñotzu.
Actualmente reside en Sanmarkosene y tiene 4 nietos y nietas.